Guus Hiddink (a la derecha de la foto, alborozado junto a sus jugadores), un holandés errante como técnico, volvió a triunfar anoche con una selección considerada en principio víctima propiciatoria llevándola hasta las semifinales de una gran competición. Esta vez lo hizo con Rusia, que eliminó de la Eurocopa a Holanda de forma incontestable: 3-1. Su superioridad fue absoluta tanto en el partido como en la prórroga que forzó en el último momento Van Nistelrooy.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de junio de 2008