Parece magia. Pero no necesitar clavos para colgar las llaves no tiene nada que ver con la prestidigitación. El truco está en un imán extrafuerte situado en el dorso del soporte, que atrae el metal. El objeto se puede pegar en la pared o en una superficie metálica como la puerta del frigorífico. El ingenioso invento, de la firma británica Mode, recibió el premio internacional Gift of the year (regalo del año) en 2007, y ahora aterriza en España de la mano de la distribuidora +D2 (www.masd2.com). Este original artículo, elaborado en goma, está disponible en cuatro colores: crema, negro, rosa y azul, mide 16 centímetros de alto y 6,5 de ancho, y cuesta 20,60 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de junio de 2008