Un lienzo de la famosa serie dedicada por Claude Monet (1840- 1926) a sus nenúfares se convirtió ayer en la obra más cara del impresionista vendida en una subasta al adjudicarse por 40,9 millones de libras (51,6 millones de euros) en una puja en Londres.
Se trata de Le bassin aux nymphéas, un lienzo de un metro por dos pintado por el artista en 1919, hacia el final de su carrera, en Giverny. Fue en aquella población normanda donde el pintor alquiló una casa en 1883, en la que permaneció durante 43 años, hasta su muerte, y donde hizo plantar en el estanque del jardín los nenúfares que después se repetirían de forma constante en sus telas en los últimos años de su carrera.
El hecho de que Le bassin aux nymphéas sea el trabajo más significativo dedicado a esas flores que se ha ofrecido nunca antes en una subasta en Europa pudo contribuir, según Christies' a que la obra superara cómodamente el precio estimado, que oscilaba entre 23 y 30 millones de euros. Al adjudicarse por más de 50, el lienzo batió así el anterior récord del artista, establecido en mayo pasado por Le pont sur le chemin de fer d'Argenteuil, que se vendió en Nueva York por unos 24 millones de euros.
La obra de Monet fue la joya de una subasta de arte impresionista y moderno en la que se logró la cifra total de venta más alta alcanzada en Europa, más de 182,4 millones de euros. La puja también dejó récords mundiales de Óscar Domínguez, Henry Moore y Natalia Goncharova.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de junio de 2008