Tres historias de mujeres en la noche de Teherán conforman Ravayat haye na tamam, la película del iraní Pourya Azarbayjani que se presentó ayer en Cinema Jove. Historias de mujeres en situaciones límite en medio de una sociedad hostil. Historias de embarazos no deseados, de repudios maritales y de amores imposibles. De la vida en un país en el que la mujer sigue siendo ciudadano de segunda. Historias contadas con un ritmo que recuerda a las películas de Kaurismaki en Finlandia, con un acento sobre la banda sonora que agudiza la agresividad de la urbe, con unos personajes que, tras su amargura, esconden algo de esperanza.
Sin embargo, para presentarla en el certamen, acudió la joven actriz Setareh Pesyani, que explicó que la película de Azarbayjani podría suceder en cualquier otro lugar, que la situación de la mujer en Irán ha cambiado mucho y que el mundo occidental no comprende la diferencia cultural de su país. Una víctima más del miedo a decir la verdad, como los personajes de esta valiente película.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de junio de 2008