El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su esposa, Carla Bruni, concluyeron ayer su visita a Israel con un buen susto. Cuando ambos se despedían del primer ministro israelí, Ehud Olmert, y del presidente, Simon Peres, uno de los policías que custodiaban el aeropuerto de Tel Aviv se pegó un tiro en un aparente suicidio.
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El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su esposa, Carla Bruni, concluyeron ayer su visita a Israel con un buen susto. Cuando ambos se despedían del primer ministro israelí, Ehud Olmert, y del presidente, Simon Peres, uno de los policías que custodiaban el aeropuerto de Tel Aviv se pegó un tiro en un aparente suicidio. La detonación sonó lejana, pero los guardaespaldas no dudaron en meter a toda prisa a Bruni y a Sarkozy en el avión presidencial francés, mientras Olmert y Peres eran introducidos en sus coches blindados. Una vez que se tranquilizó todo, se formalizó la despedida oficial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de junio de 2008