Probablemente, la aventura más cruda, brutal, apasionante y gloriosa de la reciente historia de la humanidad. Uno no encuentra un suceso que ejemplifique de una manera más certera la hondura del ser humano en su paso por la existencia. Año 1972, un avión repleto de jóvenes jugadores de rugby se estrella en los Andes y el mundo les da por perdidos. Después de 72 días, dos de ellos aparecen, cual fantasmas, en la civilización, para dar la voz de auxilio en representación de otros 14 supervivientes, aún atrapados entre la nieve. Les había salvado el canibalismo, pero más allá de eso, les había salvado la fe, la solidaridad, la resistencia, las ganas de vivir. Una novela y una película de ficción (¡Viven!) ya habían contado la experiencia, pero hasta ahora no se habían reunido los supervivientes para, de primera mano, con la emoción y el desgarro del recuerdo, conformar un excelente documental del uruguayo Gonzalo Arijón: Náufragos, premio del Jurado y del Público del Festival de Málaga, presente también en el Festival Sundance.
NÁUFRAGOS
Dirección: Gonzalo Arijón.
Intervienen: José Luis Inciarte, Adolfo Strauch, Antonio Vizintín.
Género: documental. España, Francia, Argentina, 2008.
Duración: 112 minutos.
Arijón huye de la voz en off de un narrador y, con entrevistas realizadas en la montaña, se agarra al relato coral cronológico de sus protagonistas, certero por la magnífica utilización del lenguaje, impactante por la turbación verdadera, y maravillosamente convergente por la exactitud de los testimonios de unos y otros. Al tiempo, el director acompaña el relato con sencillas pero muy eficaces recreaciones y diversos recursos formales: flashes continuos, como de pesadilla, juegos con el negativo y el ritmo de los fotogramas, y una música basada en el repiqueteo de un piano y un fascinante diseño sonoro. ¿La historia más grande jamás contada?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de junio de 2008