"Pido perdón a las víctimas, a sus familias y a la sociedad en general". Sólo uno de los tres canguros pederastas procesados por el caso Nanysex utilizó su derecho a la última palabra para disculparse. Fue Eduardo Sánchez Moragues, alias Todd, minutos antes de que quedara visto para sentencia el triple juicio por abusos a menores de cinco años, según contó después Manuel Maza, el abogado de la acusación particular.
El cabecilla de la red fue tan hermético como en las siete sesiones anteriores. Despachó su turno de palabra con un seco: "No tengo nada que decir". El vigués José Gómez Cansino, Aza, eligió la misma fórmula para guardar silencio. Sin embargo, su abogado, José Manuel Orbán, decidió mostrar arrepentimiento por él, informa Efe. "Está tremendamente dolido por las víctimas, por sus familias y consigo mismo". El único encausado que está en libertad provisional, Antonio Olmos, aprovechó su turno para defenderse. "No hay pruebas contra mí". A Olmos no se le acusa de pederastia sino de difundir los vídeos que sus compañeros de banquillo grababan.
Dentro de unos 15 días los cuatro conocerán su futuro. Nanysex se enfrenta a la mayor petición de pena, 175 años de cárcel. Todd, Aza y Antonio afrontarán penas de entre 4 y 86 años de prisión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de junio de 2008