Quedan flecos por cerrar y el presupuesto no está acordado, pero el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro francés, François Fillon, sellaron ayer que España y Cataluña dejen atrás su histórico aislamiento en lo que a abastecimiento eléctrico se refiere. La polémica línea de muy alta tensión (MAT) ya tiene el visto bueno de ambos gobiernos. Discurrirá soterrada en los 60 kilómetros que hay entre Figueres (Alt Empordà) y Perpiñán, en la Cataluña francesa, y según Zapatero estará lista en 2011.
Zapatero afirma que no habrá más kilómetros de línea eléctrica soterrados
El pacto cerrado ayer en la cumbre hispanofrancesa de Zaragoza establece que en el tramo soterrado la línea funcione con corriente continua. Esto significa que por ella no podrá circular energía en ambas direcciones de forma simultánea. Para ambos gobiernos esto es un mal menor, pues ha primado el respeto al medio ambiente en una zona que Fillon reconoció que es de "gran fragilidad ambiental". El funcionamiento con corriente continua es la única solución técnica que se ha hallado para poder soterrar un tramo tan largo, 60 kilómetros. De haberse hecho con corriente alterna el tramo soterrado debería haber sido menor.
Esto y que el tramo transfronterizo lo pagarán a medias Francia y España es lo único que está claro en el acuerdo firmado ayer. Las fechas son otra cosa. Zapatero se mostró convencido de que la línea entrará en servicio en 2011, pero esta fecha no queda recogida en el acuerdo de tres folios firmado entre ambos gobiernos. El presidente catalán, José Montilla, atribuyó una omisión de tal calibre a los "aspectos técnicos" que aún quedan por cerrar.
Lo cierto es que la oposición de muchos ayuntamientos puede retrasar, y mucho, la construcción de la línea. En Francia, la oposición de los municipios no afectados por el soterramiento es feroz y está amparada por el Consejo General de los Pirineos Orientales. Los alcaldes desde Girona hasta el sur de Figueres también creen que el acuerdo de ayer se ha quedado corto, pues las torres de la MAT, de más de 60 metros, son vecinas que nadie quiere tener. Zapatero insistió ayer en que el soterramiento no se prolongará a otras zonas. Montilla argumentó "problemas técnicos" para pensar en nuevos soterramientos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de junio de 2008