Podía haberlo hecho con discreción, pero ha optado por dar publicidad a su gestión. El Ministerio de Exteriores de Marruecos difundió ayer un comunicado en el que protesta y pide explicaciones a España por el encarcelamiento en Melilla, desde el viernes, del senador marroquí Yahya Yahya. La agencia oficial de prensa marroquí (MAP) abría ayer su servicio de noticias en Internet con esa información. Rabat solicita "las explicaciones necesarias" a las autoridades españolas y manifiesta "su fuerte preocupación" por la suerte de Yahya. Califica su encarcelamiento de "acto singular que suscita en Marruecos preguntas legítimas". Expresa, por último, su "gran extrañeza" porque el interesado tiene "status parlamentario".
La diplomacia marroquí atribuye así tintes políticos a una decisión judicial española. Yahya fue detenido al entrar en Melilla, ciudad donde reside, y el juzgado de lo penal número uno ordenó inmediatamente su ingreso en prisión. Ese tribunal ya dictó en otoño una orden de busca y captura porque el senador no compareció en la causa que tramita contra él por los supuestos malos tratos que propinó a su esposa hace dos años. La citación judicial le fue entregada el 6 de noviembre cuando intentó entrar en la ciudad para protestar contra la visita de los reyes de España, que se estaba produciendo en ese momento. Yahya anunció que no acudiría porque no reconocía la soberanía española sobre la ciudad "ocupada". Al regresar el viernes sabía que sería detenido.
Un grupo de amigos de Yahya se manifestó ayer, para exigir su liberación, en Beni Enzar, del lado marroquí de la frontera obligando a la policía española a cerrarla durante un rato. Es el tercer día consecutivo en que se producen pequeñas concentraciones aunque las anteriores fueron para reivindicar un mejor trato, por parte de las fuerzas de seguridad españolas, y que se permita la entrada a mujeres embarazadas marroquíes aunque puedan tener la intención de dar a luz en Melilla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de junio de 2008