El monopolio de la electricidad de Rusia (Sistema Energético Único o SEU), dirigido por Anatoli Chubáis desde 1998, dejó de existir ayer como entidad jurídica, tras haber privatizado sus principales activos. El objetivo es crear una nueva estructura del sector eléctrico que abre el camino hacia la competencia, a diferencia de lo que sucede en el sector del gas donde el monopolio de Gaz-prom se ha afianzado.
Las compañías extranjeras han invertido más de 10.000 millones de dólares (6.350 millones de euros) y controlarán el 14% de la generación eléctrica de Rusia, según el diario económico Vremia Novostei.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de julio de 2008