La crisis económica no ha tumbado el ímpetu por irse de compras en las rebajas. Ésa es la opinión que comparte la gran mayoría de los responsables de las tiendas de la calle de Preciados. Esta céntrica vía presentaba ayer el trasiego, usual en esta época, de personas que, bolsas en mano, no ponían reparos en comprar. Gran parte de la culpa la tienen unos descuentos mayores de lo habitual, que en algunos casos alcanzan el 70%. Las recién estrenadas rebajas de las grandes superficies atrajeron a un ingente número de voraces consumidores.
Los pequeños y medianos comercios fueron los más madrugadores con las rebajas. Comenzaron el 21 de junio, fecha en la que se abrió de forma oficial este periodo de recortes en los precios. Los establecimientos de moda joven eran un hervidero de adolescentes, algunos acompañados de sus padres, que buceaban en los estantes en busca de una ganga a pesar de las colas para pagar.
Una imagen muy distinta presentaban las tiendas de señoras, las camiserías y las zapaterías. En algunas se contaban más dependientes que compradores. Los responsables de estos comercios afirmaban, sin embargo, que no habían notado una actividad más baja. "Más que la crisis, nos afecta el tiempo. Cuando ha hecho malo, hemos notado un bajón. Y ahora, con el calor, la gente se echa a la calle a comprar", asegura el jefe de una tienda de señoras.
El inicio de las rebajas de El Corte Inglés ha tenido un buen recibimiento en los comerciantes, ya que, argumentan, habrá más personas que se acerquen hasta la zona de Preciados, "y eso afecta de forma positiva".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de julio de 2008