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El fiscal reitera que un jubilado cometió delito por fumigar su jardín

El fiscal Francisco Javier Pérez Ruiz mantuvo ayer su escrito de acusación y considera que un jubilado de 75 años cometió delito ecológico por fumigar los siete árboles del jardín de su vivienda. Por eso, al finalizar el juicio celebrado en la Audiencia de Barcelona, el fiscal reiteró su petición para que Joan Borràs Flavià sea condenado a cinco años y tres meses de cárcel.

El acusado explicó que desde que fue denunciado por su vecina, Rosa Bonich, en 2002 ante el Ayuntamiento de Sant Joan Despí, dejó de fumigar los árboles con los productos que contienen fenthion y el phosmet, dos plaguicidas organofosforados muy tóxicos. También afirmó que su vecina le ha hecho la vida imposible y que en 2005 se querelló contra él.

La mujer sufre hipersensibilidad química múltiple y los peritos descartaron que ese cuadro esté motivado directamente por los plaguicidas. Otra perito habló de paranoia y de trastorno mental para referirse a la mujer, que no vive en aquel lugar desde hace 15 años.

Otros peritos y testigos explicaron que esos trastornos -fotofobia, debilidad extrema, ansiedad, depresión, vértigo y problemas digestivos- pueden tener su origen en los champús, los detergentes, la luz o las colonias. La propia afectada declaró que el mundo le es "hostil" y que no soporta los vehículos, la gasolina y los humos.

En este sentido, reconoció que ha denunciado a los vecinos por los humos que desprendían sus chimeneas en enero. Su vivienda estaba a seis metros de los árboles de la discordia, separada por una pared de dos metros de altura. Los ocupantes de otros pisos, entre ellos un centro de ancianos, explicaron que nunca han tenido ningún problema con Borràs.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de julio de 2008