Por segunda vez en esta semana, los portavoces de los tres grupos parlamentarios salen de una reunión igual que entraron. Sin acuerdo y, esta vez, sin fecha para un próximo encuentro. Los partidos no logran el consenso sobre la subcomisión de control para exigir a Madrid los plazos del AVE, y tanto el PP como el BNG acusan a los socialistas del fracaso de las negociaciones.
"Lamentamos la negativa del PSdeG en un texto que nos debería unir a todos", afirmó ayer el portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, quien mostró su "perplejidad" por que los socialistas no interpreten la subcomisión como "un asunto de país" que requiere un acuerdo por encima de "posturas partidistas". Ismael Rego, portavoz del grupo socialista, reiteró que "no existen motivos excepcionales que justifiquen una iniciativa conjunta" e instó a PP y BNG a presentar sus propuestas, por ahora "inexistentes". Los puntos de desencuentro son las referencias a la inversión del 8% del presupuesto del Estado en las infraestructuras gallegas y el inicio de las obras en la mina de Serrabal, que, según Rego, populares y nacionalistas rechazan. Los socialistas, además, piden que todas las obras estén licitadas en 2009, mientras que PP y BNG exigen que el Eje Atlántico esté en ejecución en ese mismo periodo.
La falta de consenso "visualiza las desavenencias" del bipartito, resolvió el portavoz de los populares en el Parlamento, Manuel Ruiz Rivas. "El PSOE en Galicia está supeditado al Gobierno central y voy a obviar lo de Partido Socialista de Galicia", apostilló antes de reprochar "otra tomadura de pelo del PSdeG".
El Parlamento celebrará un pleno extraordinario el próximo 14 de julio que no incluirá el proyecto de ley para modificar el régimen electoral a la Cámara autonómica. ¿Por qué? La Xunta "no remitió" el texto normativo a los grupos, explicó Ruiz Rivas.
"No delego la responsabilidad de gobernar"
Las discrepancias entre los dos socios del bipartito provocaron ayer una discusión entre el presidente del Ejecutivo gallego, Emilio Pérez Touriño, y el vicepresidente, Anxo Quintana. Ambos mandatarios mantuvieron una conversación, tensa en algunos momentos, según admitieron fuentes de la Xunta, durante más de media hora después del Consello. Touriño y Quintana esperaron a quedarse solos en la sala de San Caetano donde se reúne el Gobierno para discutir sobre los últimos desacuerdos que ha generado la subcomisión de control de los plazos del AVE.
En la rueda de prensa posterior al Consello, Touriño reiteró su "voluntad de acuerdo" en las negociaciones para decidir cómo reclamar el cumplimiento de los plazos del AVE y, una vez más, asumió su compromiso. "Todos los ciudadanos saben quién gobierna y quién decide. Para bien o para mal. Esa es la responsabilidad de gobernar un país y yo no la delego", sentenció.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de julio de 2008