Jacobo Losada Sánchez mató a su novia, Carmen Karen Vargas, asfixiándola. La fiscal pidió para él 12 años de cárcel pero la jueza de la Audiencia Provincial de Pontevedra le ha condenado finalmente a dos años y medio por homicidio.
Aquel día de febrero de 2007, Carmen Karen quería dejar a Jacobo y discutieron. Vivían juntos en O Porriño, y él, que reconoció haber consumido cocaína y alcohol antes de la discursión, la mató tapándole la boca "para que dejara de gritar e insultarme".
Carmen Karen Vargas era boliviana y tenía dos hijas pequeñas. Aquella noche durante la discusión, Carmen sacó un cuchillo y él intentó "reducirla". Jacobo argumentó que no creía haberla matado, porque "todavía se movía", cuando tras asfixiarla, dejó la casa durante cuatro horas.
La sentencia contempla que el consumo de drogas "pudo afectar a su voluntad a la hora de controlar los impulsos". Jacobo pasará dos años entre rejas y deberá indemnizar con 60.000 euros a cada una de las hijas de Carmen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de julio de 2008