El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, apretó ayer el gatillo de la subida de tipos. El endurecimiento de la política monetaria es la principal arma del banco para luchar contra una inflación que se encuentra en niveles récord desde que existe el euro.
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El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, apretó ayer el gatillo de la subida de tipos. El endurecimiento de la política monetaria es la principal arma del banco para luchar contra una inflación que se encuentra en niveles récord desde que existe el euro. Sin embargo, la subida de tipos, del 4% al 4,25%, vino seguida de una intervención de Trichet que relajó a los mercados. En su lenguaje críptico habitual, dio a entender que por ahora no planea nuevas alzas. "No tenemos sesgo, no hay obligación [de actuar en una dirección u otra]", fue su frase más clara.
Los inversores recibieron con alivio el mensaje de que la subida de tipos de ayer no es la primera de una serie de alzas que habían temido estas semanas. El euro reaccionó de inmediato con una brusca caída. El petróleo también se dio un respiro momentáneo, pese a marcar en algún momento nuevos máximos por encima de los 146 dólares.
El Euríbor ya había subido antes de actuar el BCE hasta cerca de su récord, pero, tras las palabras de Trichet, los futuros y otros instrumentos financieros vinculados al mismo indicaban también una menor presión. El mensaje relajante del banco central se sumó, además, al hecho de que la subida de ayer ya había sido descontada por los mercados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de julio de 2008