Los catalanes generaron en 2007 más basura que nunca pero reciclaron más: de los 4,3 millones de toneladas recogidas -el 1% más que en 2006-, 1,6 cayeron en el cubo amarillo, verde o azul de la recogida selectiva. Los ciudadanos reciclaron un kilo de residuos por cada tres producidos, cuando en 2006 reciclaron uno de cada cuatro, informó ayer la Agencia Catalana de Residuos. Y eso que desde 2005 el ritmo de producción de desperdicios es el mismo: 1,6 kilos por persona y día.
La mejora se apoya en el reciclaje de los restos de comida, que aumentó el 20% respecto el año anterior. Sin embargo, se mantiene como la principal fuente de equívocos: el 24% de los restos orgánicos que las familias seleccionaron para tirar al respectivo contenedor no eran orgánicos, por lo que no pudieron reaprovecharse.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de julio de 2008