Casi 200 pasajeros que tenían que salir ayer, a las 14.55 horas hacia París, del aeropuerto compostelano de Lavacolla, dormirán hoy en Santiago, o con mucha suerte en el aeropuerto de Barajas o en el del Prat. Vueling, la compañía que les dejó en tierra, ha prometido pagarles el trayecto a París desde estas dos capitales. Pero los pasajeros que tomen esta opción, deberán abonar de su bolsillo el viaje a Madrid o Barcelona.
"Están mintiendo, no es ni por la lluvia ni por nada", contaba Henar, una pasajera del vuelo VY-9927 que se quedó en tierra. "Al menos ya no nos dicen que el piloto está dando vueltas para aterrizar", añadía su amiga Manuela contando cómo había transcurrido la mañana, entre falsos avisos de retraso, complicaciones y otras excusas.
A media tarde, decenas de personas seguían arremolinadas ante los mostradores de la compañía pidiendo una solución. Más de la mitad del pasaje que durante la tarde estuvo amotinado en Lavacolla, ya había abandonado el aeropuerto. Habían optado por una de las dos opciones que Vueling les daba: dormir en hotel hasta que el domingo despegara otro vuelo, o recuperar el coste de su billete.
Muchos de ellos idearon rutas alternativas, que les costaban más del triple que su billete. Sin embargo, otros aún esperaban que a última hora les recolocaran, "cuando seamos pocos", contaban. A última hora de la tarde sólo un pasajero había sido recolocado en un vuelo de Ryanair de Barcelona a París.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de julio de 2008