El Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) es una de las organizaciones más influyentes del mundo. Nació en 1863 del gesto espontáneo de un hombre que decidió ayudar a los soldados heridos y se transformó en una poderosa institución que presta ayuda a millones de víctimas de guerra y ha estado presente en las grandes crisis de los últimos 140 años. La atención a centenares de presos en Guantánamo (Cuba) desde que Estados Unidos abrió este centro de detención y tortura en 2002 es una de sus misiones más recientes. Jakob Kellenberg, su presidente, se entrevistó en 2005 con el presidente George W. Bush y le planteó sus preocupaciones sobre el denominado "ámbito de detención estadounidense".
El Comité del CICR, integrado por 17 miembros, ha denunciado la existencia de torturas y cárceles secretas en la llamada guerra global contra Al Qaeda. El Convenio de Ginebra encomienda al CICR visitar a los prisioneros, organizar operaciones de socorro, reunir a familiares separados y otras actividades durante los conflictos armados. Los estatutos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna alientan a la institución a trabajar en situaciones de violencia interna. Tras los heridos y enfermos, los detenidos son la tercera categoría de personas vulnerables por las que se interesa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de julio de 2008