Constantemente los ciudadanos nos vemos sobresaltados por constantes aumentos de precio de los productos básicos de consumo diario. La huelga de camiones ha servido para que suban las frutas, verduras, carnes, etcétera, estando los productos estocados en los mercas en espera del incremento por la ficticia escasez. Esto es causa de sanción inmediata por fraude. Como se controlan las entradas y salidas de productos en los mercas, se sabe que se tiran algunos productos básicos para evitar depreciaciones. ¡Con la cantidad de necesitados que hay! Controlando las salidas, se comprobarán las pérdidas y se verá que son mínimas.
La excesiva intermediación en los productos hace que algo que cuesta 12 céntimos el kilo en el campo, valga luego tres euros en el mercado (detallista) y con una calidad dudosa. Se hace necesario un control que sancione los abusos.
La alimentación industrializada (aves, porcinos, vacunos, pescados de granja frutas, verduras, etcétera) ha dado pie a productos insípidos, llenos de aditivos, a precios ficticios, magnificando el producto de siempre como excelencia gastronómica.
Si la Administración y las OCUS se unen, destaparán fraudes, eliminarán enfermedades y mejorarán la alimentación. La Sociedad y el bolsillo lo agradecerán.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de julio de 2008