Mucho se ha discutido acerca de cual era el auténtico cabeza de cartel de la última jornada del Bilbao BBK Live, celebrada el domingo en Kobetamendi. Algunos defendían que tal honor debía recaer en Tequila, una gran banda de rock and roll que reaparecía oficialmente ese día después de 25 años de retiro, aunque con sólo dos miembros originales en su formación. Sobre el escenario se despejaron todas las dudas, pues ZZ Top protagonizó el mejor concierto.
El trío tejano no concedió tregua alguna y durante una hora y media dio una auténtica lección de simpatía, cohesión y potencia. Su peculiar imagen, sencillas coreografías y otros guiños de complicidad animaron aún más una actuación en la que blues rock y boogie adquirieron tonos futuristas y exhibieron el músculo del hard rock, y en la que Billy Gibbons dejó constancia de su pericia instrumental para envidia de los guitarristas presentes. Tocó slide y hasta solos con únicamente la mano izquierda, y su sonido crudo, reiterativo e inconfundible, marca de la casa, elevó un repertorio con piezas como Gimme all your lovin' y Cheap sunglasses que llegó a su fin con La grange, su deuda con el endless boogie de John Lee Hooker.
Tras ZZ Top, Tequila se limitó a cumplir y Madness contentó a cuantos aguantaron hasta el final con una hora de óptimo ska jaranero impulsado por metales. Antes, Riders On The Storm contribuyeron a que Jim Morrison sea añorado aún en mayor medida, y The Blues Brothes Band defraudaron con una aproximación a la verbena.
Las prolongadas esperas entre conciertos, de 45 minutos en la mayoría de los casos, mermaron los ánimos en una jornada de despedida que atrajo a 16.231 personas. Éstas elevaron hasta 79.810 el número total de espectadores del tercer Bilbao BBK Live, que no ha registrado ningún lleno, ni ha superado la marca establecida el pasado año por Metallica (39.740 espectadores), pero que ha visto aumentar la asistencia diaria en 3.000 personas.
"Estamos satisfechos porque vivimos un momento en el que hay una crisis y, aparte, hay un exceso de oferta. Todo eso está redundando, evidentemente, en que los resultados se recortan", explica Alfonso Santiago, responsable de Last Tour International, organizadora del evento junto al Ayuntamiento de Bilbao. Según él, sus cifras son aún más meritorias cuando "Glastonbury, el festival más grande de Europa, no ha agotado tickets por primera vez en 28 años, el Quart, uno de los eventos más importantes históricamente en toda Europa, se ha cancelado", añade.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de julio de 2008