La taquillera del metro Alvarado, María José, no quiso ni asomarse. Un vigilante le dijo que hacia las diez y media de la noche de ayer, habían disparado a un hombre en la calle, justo a la salida del metro. "Yo de aquí no me he movido", contaba hora y media después. Tuvo que cerrar el portón de la salida de los números impares, en Bravo Murillo. En el suelo, ya sólo quedaban una decena de gotas rojas frente al salón de juego Trébol, en el 137. La víctima, Omar D., un palestino de 30 años, recibió un balazo en el pecho de un motorista, según la policía. El Samur se lo llevó a La Paz con pronóstico grave.
La policía se llevó también a varios testigos del suceso, según contaron esta madrugada varios transeúntes que aún permanecían en la calle. Néstor, peruano que tomaba el fresco con su familia en un banco cercano, no vio el tiroteo, pero sí cómo la ambulancia del Samur atendió al hombre, que había recorrido varios metros malherido hasta desplomarse frente a los almacenes Colón, donde, según la policía, permaneció sentado hasta que los sanitarios le trasladaron. "Le dispararon desde una moto", aseguró que le había contado una testigo. La víctima, según esa testigo, acababa de salir del metro. "Eran dos hombres", precisó Néstor.
La Brigada de Información del Cuerpo Nacional de Policía se ha hecho cargo de las investigaciones. Según los primeros datos de las pesquisas, dos escúteres se acercaron al hombre para dispararle. Esta madrugada, Omar D. permanecía ingresado en el hospital La Paz con pronóstico grave, pero no se temía por su vida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de julio de 2008