El fuerte repunte del precio del petróleo rompió la aparente estabilidad de los mercados de valores, justo cuando comienza la temporada de publicación de resultados empresariales.
El Ibex 35 cayó el 3,03% para cerrar la sesión en 11.383,50 puntos, con lo que deja muy atrás las dudas sobre su capacidad de resistencia. La Bolsa de París perdió el 3,09%, la de Francfort el 2,41% y la de Londres el 2,69%. Nueva York cerró con un descenso del 1,14% en el índice Dow Jones.
El mercado del petróleo se dejó influir de buena gana por los problemas geopolíticos, esta vez debidos a la situación creada por Irán con el lanzamiento de misiles de largo alcance. Tanto en Londres como en Nueva York el barril de petróleo llegó a pagarse a más de 147 dólares, cuando sólo dos días antes estaba por debajo de 136 dólares. A última hora de la sesión parecía imponerse la calma y los precios se centraban en torno a los 144 dólares el barril.
La brusca subida del precio del crudo provocó un importante movimiento vendedor en la Bolsa, cuya magnitud fue creciendo ante la escasez de contrapartida. El castigo no respetó a ningún sector en particular y, cuando había causas concretas para vender, los problemas crecieron sin control.
La Bolsa española, que estaba disfrutando de una semana de relativa calma, termina con el Ibex 35 perdiendo el 3,25% en la semana, con lo que ya acumula una caída del 25,02% en el año que define a la perfección el ambiente que se respira entre los inversores.
La subida de la inflación hasta el 5% se consideraba ayer, más que nunca, como una consecuencia lógica "de los tiempos que vivimos" y apenas se tuvo en cuenta en un mercado que se está acostumbrando a todo tipo de excesos.
La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 4.270,80 millones de euros, aunque las operaciones del mercado abierto se mantuvieron casi en el mismo nivel que las jornadas anteriores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de julio de 2008