Un jurado popular declaró ayer a Luigi Durán, dominicano de 19 años, culpable de matar el año pasado a un bebé de 11 meses, hijo de su compañera sentimental. El bebé le tocó la consola Play Station con la que estaba jugando y Durán perdió el juego. Los nueve miembros del jurado estuvieron de acuerdo en que el acusado fue autor de los golpes que produjeron la muerte al niño. Este órgano declinó, sin embargo, valorar el grado de alteración mental provocado por la violencia del juego Mortal Combat al que estaba jugando el acusado cuando, según explicó al tribunal en el juicio celebrado esta semana en la Audiencia de Tarragona, perdió los nervios y empezó a golpear al bebé, argumento en el que su abogado basó su defensa. "El niño hizo que me mataran", declaró Durán al tribunal.
El fiscal y las acusaciones particulares, ejercidas por la Generalitat de Cataluña y por Jessica, la madre del bebé, piden para Durán una condena de 24 y 25 años de cárcel, respectivamente, por asesinato, con las agravantes de alevosía y parentesco, en el caso del fiscal, al que se añade el de ensañamiento por parte de las acusaciones particulares.
El abogado defensor solicita una pena máxima de dos años de prisión. Considera que su defendido, que ha reconocido los hechos ante el tribunal, fue víctima de una enajenación mental transitoria provocada por su adicción a los videojuegos violentos y en concreto por llevar varios días y noches jugando de forma casi ininterrumpida a un juego cuyas imágenes fueron calificadas de "aterradoras" por el fiscal en su exposición final.
Algunos de los testigos del juicio, como el técnico sanitario que acudió con la ambulancia al domicilio de Reus a recoger al bebé, y agentes de la guardia urbana y de la policía nacional, coincidieron en señalar que el imputado estaba en el hospital tranquilo y "ausente", "como si la cosa no fuera con él".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de julio de 2008