Deterioro económico
La crisis que comenzó como aterrizaje suave ha terminado llevándose por delante a la mayor inmobiliaria del país. Y su caída es la mayor protagonizada nunca por una empresa en la historia de España. La promotora Martinsa-Fadesa, que ha sido incapaz de sobrevivir a una deuda de unos 5.200 millones de euros, fue uno de los emblemas de la época de bonanza y simboliza ahora la violenta llegada de serias dificultades para la economía.
La crisis de Martinsa-Fadesa es el último capítulo del pinchazo de la burbuja inmobiliaria bursátil. La empresa presidida por Fernando Martín ha perdido más de la mitad de su valor en Bolsa en apenas dos días, antes de que la cotización fuera ayer suspendida por la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Wall Street se lo pensó dos veces antes de aplaudir el plan para garantizar a las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac el dinero que necesitan para sobrevivir a la depresión del sector inmobiliario.
Cientos de clientes de Indymac esperaban ayer en la sede del banco en Pasadena (California) para retirar su dinero, después de que el Gobierno de EE UU interviniera la entidad el pasado lunes.
"¿En crisis? ¿Quién está en crisis? Desde luego, el grupo Santander no". Esta fue la frase más tajante de Emilio Botín, presidente del Santander, en un encuentro con periodistas antes de la junta de accionistas celebrada a finales de junio. Tres semanas después lo ha demostrado.