Han transcurrido menos de cinco meses desde el desembarco de Adolf Todó en la dirección general de Caixa Catalunya y, tras el fichaje de Jaume Masana, procedente también de Caixa Manresa, como número dos, la primera línea ejecutiva de la entidad ha sufrido una sacudida radical.
La segunda caja catalana -que, gracias a la venta de su participación accionarial en Abertis, anunció ayer que ha duplicado su beneficio del primer semestre del año, hasta alcanzar 315 millones de euros- ha fichado a cuatro altos directivos, que incorporará a su comité de dirección, procedentes de Bancaja, Crédit Suisse, Criteria y Zurich. Se trata de Paco Tárrega, nuevo director comercial; Merche Grau, nueva responsable de Banca Privada y Gestión de Activos; Eduard Mendiluce, que llevará las riendas de una nueva unidad inmobiliaria y además será consejero delegado de Procam, y Óscar Puig, quien asumirá la dirección de Mercadotecnia e Innovación. El ex magistrado Joan Ràfols en los servicios jurídicos y Cristina Langarika (La Caixa) en Comunicación e Imagen Corporativa completan el meneo.
La venta de Abertis duplicó el beneficio hasta junio de la caja
El Consejo de Administración de Caixa Catalunya dio ayer luz verde a esta remodelación que, según la entidad, le permitirá "afrontar con mayor confianza los retos que el sector financiero deberá encarar en un entorno de desaceleración económica". La caja presidida por Narcís Serra subrayó que las acciones emprendidas en los últimos meses han perseguido mejorar su posición competitiva en materia de liquidez (con la captación de 1.750 millones de euros en los mercados internacionales a un tipo del 5%), solvencia, rentabilidad y morosidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de julio de 2008