Es sorprendente que la dirección federal de IU apoye el llamado II plan Ibarretxe cuando la mayoría de los afiliados, simpatizantes y votantes estamos en contra. Llamazares arrastra a IU hacia la desaparición apoyando la política de Madrazo en Ezker Batua (IU del País Vasco), pactando con las posiciones más nacionalistas y radicales.
No sólo gobierna con el PNV más excluyente en el tripartito, sino que participa en diferentes gobiernos de ayuntamientos con EHAK, la marca electoral que representa a la base ideológica que apoya a ETA. Nos quieren convencer de la legitimidad de este plan donde se dilucida, según ellos, el "derecho a decidir del pueblo", y esto es falso moral e ideológicamente por diversas razones: una organización política de izquierdas y solidaria no puede apoyar que la comunidad más rica de un país quiera desvincularse del resto; el pueblo somos todos los ciudadanos de este país; no existe un supuesto pueblo o colectivo oprimido y explotado sino todo lo contrario.
Me gustaría que Llamazares preconizara la democracia interna y nos consultara mediante un referéndum sobre dicho plan para que podamos expresarnos libremente y decirle un no al plan y a la forma de dirigir la casi desahuciada IU.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de julio de 2008