La Comisión Europea presentó ayer una propuesta de directiva que prevé incrementar el precio del tabaco para desincentivar el consumo. En el caso de España el aumento previsto es del 17,9%, y se espera que conduzca a una reducción del consumo del 7,7%. La medida, que se aplicará aumentando los niveles mínimos de los impuestos especiales sobre el tabaco o accisas) de manera progresiva hasta 2014, pretende también reducir las diferencias en la fiscalidad entre los distintos Estados miembros.
László Kovács, comisario de Fiscalidad y encargado de la Unión Aduanera, manifestó así que se "permitirá reducir el comercio ilícito y las compras transfronterizas, dos fenómenos que hacen bajar los ingresos fiscales y comprometen los objetivos de salud de los Estados imponiendo tasas elevadas para disuadir a los ciudadanos que fumen".
Actualmente, las diferencias de fiscalidad pueden ascender al 600%, lo que hace que las compras transfronterizas del producto sean el 13,5% del total.
La legislación vigente exige que los impuestos sobre los cigarrillos representen al menos el 57% del precio de venta, y que sean un mínimo de 64 euros por 1.000 cigarros. Según la directiva, las accisas deberán ser al menos el 63% del precio total y 90 euros por 1.000 cigarros. En la Europa de los Quince, el consumo de tabaco cayó un 16% entre 2002 y 2006. Durante ese periodo los impuestos aumentaron un 33%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de julio de 2008