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Un colectivo de artistas cuelga cuadros en las calles

Parsec, además de ser una medida de distancias astronómicas, es el nombre elegido por un colectivo madrileño que se dedica a colgar sus cuadros por las calles de la ciudad. ¿Una manera de evitar el arcaico concepto del vandalismo asociado a todas las pintadas callejeras?

No exactamente. Según uno de sus jóvenes componentes, es una forma de descontextualizar el arte para que adquiera otra dimensión, quizá más pública: "Se trata de sacar las obras, que habitualmente se presentan en forma de cuadro en los museos, a la calle", explica, prefiriendo mantener su anonimato. "Es una idea que surgió en Alemania en 1998, donde otros miembros de Parsec realizaron una colección con desechos que reciclaron y la colgaron por todo Hamburgo", apunta otro.

Utilizan maderas u otros materiales reciclables, pintan sobre ellos, firman como Parsec cada obra y las numeran. Van más de 100. Lo que ocurra con ellas depende de los espectadores: unos sólo las observan y otros, directamente, se las llevan, incluso hasta el extranjero. Algunas realizadas en Madrid han aparecido en Bucarest.

"Normalmente nos reunimos un día determinado y vamos a colgar los cuadros a una zona que previamente hemos visto", cuentan sus anónimos miembros.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de julio de 2008