El Gobierno quiere más calidad e innovación en el sector alimentario y ha aprobado un plan para impulsarlo a tres años vista. El documento no define actuaciones concretas sino objetivos, y la inversión anunciada es de 790 millones de euros, aunque la quinta parte procederá de las arcas públicas y el resto, más de 600 millones, debe ser aportado por la iniciativa privada.
Generación de mayor valor añadido, innovación y producción de productos de calidad y la sostenibilidad son los fines expuestos ayer por el consejero de Agricultura, Gonzalo Sáenz d Samaniego, al explicar el contenido del plan.
Afirmó que la industria alimentaria vasca necesita un "reflexión profunda" de sus estrategias, ante el incremento del coste de las materias primas, el estancamiento del consumo alimentario y la existencia de una legislación más exigente y mayor control. Asimismo, señaló que muchos estudios revelan las tendencias que marcarán el comportamiento de los consumidores en los próximos años como el trasvase de gasto hacia la comida fuera del hogar o el aumento de la preocupación por la salud.
"La industria alimentaria deberá entender este contexto y los escenarios de futuro para identificar las oportunidades y diseñar las estrategias que le permitan poder aprovechar las oportunidades que se le abren y mantenerse en el tiempo", enfatizó el consejero.
El primer objetivo del denominado Plan Estratégico para la Industria y Calidad Alimentaria es impulsar el crecimiento y desarrollo sostenible del sector alimentario vasco, aprovechando lo que denominó sus numerosas ventajas competitivas y que los consumidores son un poder adquisitivo medio-alto.
El plan pretende, dijo Samaniego, incidir en la mejora de la industria alimentaria para generar mayor valor añadido, así como en una visión más empresarial de la actividad alimentaria, o el análisis permanente de los comportamientos y de las tendencias del mercado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de julio de 2008