A los museos les cuesta ponerse al día. Tienen problemas con las obras time-based media, es decir, que implican el tiempo de duración como cuarta dimensión. Es el caso de vídeos, películas, obras sonoras, proyectos de net.art e instalaciones basadas en el uso del ordenador y la informática.
La Tate de Londres, el Moma de Nueva York y San Francisco, y la fundación estadounidense New Art Trust crearon un consorcio formado por conservadores, técnicos y asesores legales, denominado Media Matters, para preservar las obras basadas en el tiempo.
La web tiene secciones para la adquisición y el préstamo, con informaciones sobre tarifas, seguros y coste de instalación y mantenimiento. Además de explicar los sistemas que permiten enfrentarse a la obsolescencia tecnológica, proporciona los protocolos, parecidos a los empleados con las disciplinas tradicionales, de compra, copyright y exhibición; plantillas para detallar las cualidades físicas y electrónicas de los componentes de la pieza, y ejemplos de las posibles modificaciones, vinculadas a la evolución tecnológica, que garanticen la vida de la obra.
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Según Pip Laurenson, conservador de la sección Time-based Media de la Tate Modern, "comprar una obra de media art significa adquirir una combinación de contenidos, hardware, instrucciones y derechos. Es un sistema complejo que pone nuevos retos a los coleccionistas. Por ello hay que diseñar estrategias inéditas, que combinen las prácticas museísticas con los nuevos protocolos".
TATE: www.tate.org.uk/mediamatters
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de julio de 2008