La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, tendrá a los cuatro cabezas de lista del PP en las provincias gallegas "pegados a los talones". La advertencia es de la portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, quien anunció la creación de "un grupo de control" en la Cámara baja para seguir la ejecución de las infraestructuras gallegas, "día a día, tirada a tirada del BOE". Una propuesta que responde al boicot del Gobierno central a la subcomisión de control del AVE.
La portavoz llegó tarde a la Junta Directiva de los populares gallegos, clausurada ayer en Teo. Su avión estuvo sobrevolando un tiempo el aeropuerto de Santiago sin llegar a aterrizar. "Como Zapatero, que da vueltas y vueltas sin solucionar nada", ironizó. Fue el primer reproche al presidente del Gobierno, a quien la portavoz acusó de "recortar 200 millones de euros en gastos de dependencia" para paliar la crisis. Galicia, según ella, dejará de recibir en este concepto 6,5 millones de euros (el vicepresidente Quintana lo elevó ayer a 20,9). "Esas son las no mermas de Zapatero", afirmó.
Sáenz de Santamaría lamentó también que en las bases del modelo de financiación autonómica presentadas el martes por el ministro de Economía, Pedro Solbes, "no se mencione ni una sola vez la palabra solidaridad". Todas las comunidades españolas, sentenció, deben "tener derecho a los mismos servicios".
Otra vez en clave gallega, la portavoz advirtió que reclamará con firmeza al Gobierno que se cumplan las obras del Plan Galicia -"encadenándonos, si hace falta"- y anunció dos nuevas medidas en el Congreso: la creación de una subcomisión para llevar a cabo un "seguimiento exhaustivo" de la Política Agraria Común y una proposición no de ley para defender los derechos de los pescadores ante la subida del precio de los combustibles.
Santamaría mostró su confianza de que el líder de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, devuelva pronto "la austeridad y la seriedad" a Galicia, que ha sido siempre, concluyó, "el corazón del PP, referente y vanguardia". Feijóo acusó una vez más a Touriño de "manipular a la opinión pública" cuando afirmó que Galicia está mejor preparada para la crisis y culpó al biparito, "autista y dividido", de que los gallegos vivan peor ahora que hace tres años. "Cuando un Ejecutivo no es parte de la solución, es que es parte del problema", concluyó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de julio de 2008