Orio (Guipúzcoa). A 25 kilómetros del pueblo en que nací, Tolosa, hay un pequeño pueblo costero llamado Orio. Allí pasé las vacaciones toda mi infancia y parte de la juventud. Pero no penséis que teníamos una casa, no, mis padres eran muy aficionados al cámping, y teníamos una pequeña caravana donde nos metíamos todos. Me acuerdo de mi abuela, que todas las mañanas montaba en la bici para ir al pueblo a dos kilómetros a hacer la compra y traer el pan. Todavía sueño con aquellos días que pasábamos en la calle jugando, en que lo único que necesitábamos era un bañador y una bici. Me encantaría que mis hijos pudieran tener aquellos veranos azules. Edurne Pasaban es alpinista.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de julio de 2008