En Rianxo, como cada Día de Galicia, el secretario general de los socialistas gallegos y presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, presentó ayer a su partido como la "garantía" de que la comunidad va a incrementar los fondos que recibe del Estado en el nuevo modelo de financiación autonómica. "Lo comprometo ante todos vosotros: el PSOE y el Gobierno de España y de Galicia serán la garantía para que la comunidad tenga más financiación".
"Dejad a la derecha con el recorte social. Nosotros, ni un paso atrás"
El medio centenar de vecinos que soportaron el aguacero, con sus banderas de Galicia clavadas en la solapa, -tal y como había pedido en el bando municipal del sempiterno alcalde, también socialista, Pedro Piñeiro- respondieron con aplausos. Cubierto por el paraguas, primero por el número dos del PSdeG, Ricardo Varela, y después por el propio regidor, Touriño defendió que se confunde quien plantea que Galicia "necesita caridad". "Precisamos el Estado de la Constitución por la que luchamos y nos dejamos la piel que garantiza la igualdad, la cohesión y la equidad".
El secretario general insistió en la idea, repetida hasta el infinito estas últimas semanas, de que "en tiempos de dificultades" su formación ofrece "más protección y compromiso a los que más lo necesitan". Y en ese punto aludió directamente al Partido Popular: "Dejémosles con la economía del ladrillo que tanto les gusta y con el recorte del gasto social, nosotros ni un paso atrás". Señalando a la ría de Arousa, refrendó "su compromiso" y el de su partido "con el territorio y el medio ambiente contra quienes quieren hacer de la agresión urbanística y de la economía del ladrillo" una forma de explotación de los recursos naturales.
Convencido como está el PSOE de que la crisis económica puede hacer mella en las optimistas encuestas que manejaban antes del verano, Touriño lanzó un mensaje de confianza sobre el futuro "porque para sembrar desconfianza ya está la derecha que seguimos padeciendo". En ese punto apeló al año 2012 en que "Galicia abandonará la periferia y se colocará en el centro de España y en el corazón de Europa" con la llegada del AVE. "Tenemos la fuerza imparable del pueblo gallego", presumió. A escasos metros del busto de Castelao donde minutos antes había realizado la tradicional ofrenda, lanzó el último dardo a la oposición a propósito del debate lingüístico.
En su defensa del gallego, que loó como "patrimonio común de los gallegos tanto como el castellano", el líder del PSdeG advirtió de que "por mucho que lo intente la derecha, no va a conseguir que el gallego separe y desuna porque la lengua es unión y diálogo, un instrumento que aproxima a los pueblos". El presidente recalcó por ello que la comunidad es probablemente la que "mejor interpreta el binomio común de unión y diversidad, de amor a España y de compromiso pleno con la comunidad". Casi a la misma hora que el vicepresidente Anxo Quintana defendía un nuevo "Estatuto de nación" en Santiago, Touriño apostó por mejorarlo "no para mirar de lejos a España", sino para ser cada día "leales y comprometidos en compartir esa España de la solidaridad". Y citó por última vez a Castelao para redundar en su conocido mensaje sobre los emigrantes y sus derechos. Sin aludir directamente al sufragio de los residentes ausentes, reiteró que el PSdeG garantizará siempre los derechos "de los que están allá y de los que vienen aquí a trabajar".
En el tramo final aludió al XI Congreso del PSdeG, presente en los corrillos antes incluso de que llegase la comitiva de Touriño, para anunciar que intentará "responder a sueños y ambiciones de la ciudadanía". De cómo se estructurará ese deseo inconcreto hablaron después algunos de los interesados frente a una mesa repleta de xoubas y empanada con las gaitas como banda sonora.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de julio de 2008