Soy médico jubilado y poseo una tarjeta de la Seguridad Social expedida por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, de las que son de doble banda roja con un chip dorado debajo del escudo de España, que me enviaron cuando trabajaba en Andalucía. Ahora vivo en Asturias, y, como el chip dorado no puede leerlo el lector de tarjetas de la farmacia, no me han entregado los medicamentos en la misma. Me dice la farmacéutica que, como son recetas hechas a mano, precisa leer la tarjeta con el dispositivo que hay en la farmacia. Ahora me obliga a volver al médico que me hizo las recetas, a que me las haga con el ordenador, o que me vaya a otra autonomía en que no exijan el requisito que me exigen en Asturias.
¿Es verdaderamente nacional la Seguridad Social? ¿Cuándo van a unificar criterios los políticos responsables de nuestra salud para que podamos movernos libremente por España sin tener estos impedimentos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de julio de 2008