GUADALUPE ESTRÓBEZ / NIÑA MONSTRUOSA.
Guadalupe Estróbez acaba de cumplir seis años, y lo ha celebrado por todo lo alto en un fiestorro al que han acudido doscientos amiguitos y amiguitas. Lleva una semana desenvolviendo regalos.
-¿Cómo estás, guapa?
-Bien. Mi papi y mi mami hacen todo lo que yo quiero, me compran lo que digo, la ropa y todo. Mando muchísimo. Soy monstruosa.
-¡Qué bien!
-Sí.
-Cuéntame algún ejemplo de esto que dices.
-Si no quiero cenar, por ejemplo, ¿no? Digo: no quiero. Y ya está.
-Ajá.
-¿Qué me pueden hacer? ¿Castigarme sin cenar? Bah. Castigarme sin dibujos no, porque entonces doy el coñazo a base de bien, raca raca, y ¿quién tiene paciencia para aguantar a un monstruo gritando? Mis padres ya tienen bastante con el trabajo.
-Ahora en verano será distinto.
-No, porque mis padres dicen que bastante tienen con aguantar todo el año, y que si quiero ver la tele, pues qué, y que para qué van a prohibírmelo, si cuando tenga doce años haré lo que quiera.
-¿Te gustaría tener doce años?
-Sí. Tengo bastantes ganas de ser adolescente. Entonces sí que se van a enterar.
-¿Cómo te va en el cole?
-Bien. Aunque hago menos lo que quiero que en casa, lógicamente.
-¿Qué te gustaría ser de mayor?
-Idiota.
-¿Me llamas idiota o te gustaría ser idiota?
-No sé.
-¿Qué comida te gusta más?
-Macarrones con tomate y sin cositas.
-¿Qué cositas?
-Cositas es una denominación coloquial, pero técnicamente se entiende por cositas todo lo que no es macarrón propiamente dicho, tomate líquido o carne claramente identificada. Trocitos de cosas: cositas.
-¿Qué haces cuando encuentras cositas en los macarrones?
-Doy el coñazo. Raca raca.
-Qué rica.
-Pongo mohín de disgusto, lloro, tiro el tenedor al suelo, digo no quiero... cosas así.
-¿A qué te gusta jugar?
-A arrancar la cabeza a las barbies y a llenar la casa de cosas para que las recoja mi mamá.
-¿Y qué te gusta más, sacar las cosas o que las recoja tu mamá?
-Las dos cosas, pero ver a mi mamá recoger las cosas mientras yo acabo de ver dibujos en la tele me gusta mucho.
-¿Tu papá no recoge?
-Sí. A veces. Pero me gusta menos. Me gusta más fastidiar a mamá. Me siento más unida a ella. También me gusta despertarme por la noche y pedir agua.
-Pero eso es normal. Si tienes sed...
-Ya, pero yo pido sin sed.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de julio de 2008