La familia de José María Bravo, único encarcelado por el presunto fraude de la Hacienda de Irun, ha expresado su temor a que su allegado pueda ser agredido por un recluso con el que ha tenido un incidente en prisión y ha asegurado que "alguien tendrá que responsabilizarse" si esto llega a ocurrir.
Según han señalado a Efe fuentes de la familia Bravo, esta situación se debe a la actitud de un recluso que "siempre ha hecho comentarios despectivos" hacia el imputado por fraude, quien los ha "ignorado". Sin embargo, hace unos días el citado preso rompió una botella de agua en el economato y mojó "intencionadamente" al ex director de la oficina de la Hacienda de Irun, quien se encaró con él.
El incidente no pasó a mayores pero desde entonces, el citado preso ha empujado a Bravo en diferentes lugares de la prisión de Martutene en la que ambos están recluidos. En una oportunidad, Bravo devolvió el empujón al presunto agresor, quien le dijo que le iba a "pinchar" a la mínima oportunidad y que ha sido puesto en aislamiento y será enviado a otra cárcel.
La familia Bravo dice que se está "moviendo" para satisfacer la fianza de medio millón de euros impuesta a su allegado y conseguir su salida de prisión,
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de julio de 2008