La editorial coruñesa Netbiblo, inventora de los Bidibooks comenzará a distribuirlos en Japón y Corea a finales de año. En apariencia, los Bidibooks son libros corrientes. Pero gracias a los códigos QR (Quick Response) que se pueden encontrar en sus páginas, albergan contenidos tan infinitos como los de Internet. Basta un teléfono móvil que, gracias a un sencillo software, lee los códigos QR y enlaza con vídeos y fotografías colgados en plataformas como Flickr, Youtube o Wikipedia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de julio de 2008