El Grupo Socialista del Ayuntamiento de Valencia quiso actuar ayer de "caja de resonancia" de los colectivos que han presentado alegaciones al nuevo plan general urbano (PGOU) de la ciudad. La portavoz, Carmen Alborch, y el concejal Vicente González Móstoles analizaron las objeciones al nuevo plan y las 2.200 sugerencias presentadas por los ciudadanos.
Alborch destacó la alegación colectiva que firman 13 entidades, entre ellas sindicatos, per l'Horta, Acció Ecologista y Els Verds, para exigir que se paralice la tramitación del PGOU hasta que se apruebe el plan de protección de la huerta. La portavoz recordó que los socialistas han llevado esa petición dos veces al pleno. También son muchas las alegaciones que piden un plan de movilidad del área metropolitana y una coordinación del crecimiento de Valencia y el resto de municipios. El concejal de Urbanismo, Jorge Bellver, consideró que los socialistas "manipulan" la información y las alegaciones, y aseguró que "menosprecian" la participación pública.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de julio de 2008