Reconstruida, como dice la Biblia y el gran Guillen Anglesola, "con muros y viejas piedras", Pago de Tharsys es un dominio vinícola de gran belleza -con lago y cisnes incluidos- que elabora excelentes vinos y cavas. Aquella antigua casa solariega de labranza de la que se puede ver el molino y las graníticas piedras de su almazara para molturar aceitunas, acoge hoy a las modernas cavas y bodegas Pago de Tharsys. Su producción es limitada y la propiedad, familiar. Han desarrollado una política de enoturismo de puertas abiertas con una casa rural digna de la revista Country & House. La hospitalidad es una de las grandes virtudes de Pago de Tharsys, pues son magníficos anfitriones, dan todo lo que tienen. Como dice Yul Brinner en Los 7 magníficos: "Me han ofrecido mucho muchas veces, pero nunca todo". En parte es el espíritu del edificio, pues su estilo recuerda a los monasterios cartujos y la reconstrucción, dirigida por el arquitecto José R. Pons Marti, siguió las instrucciones y el tecnograma de sus propietarios hasta conseguir que los muros exteriores y la torre dieran la sensación de un dominio vinícola con su concepto chateau y sus vinos cru. En sus basamentos están los antiguos trulls, que sirven para el dormitorio de botellas y los pupitres donde se hace la clarificación del cava durante 28 días.
La enología está garantizada ya que sus propietarios, Vicente García y Ana Suria, son dos pesos pesados de la enología valenciana, con gran capacidad técnica y larguísima experiencia en todos los campos, desde la viticultura hasta la investigación. Toda esta ciencia y cultura se ven en sus vinos y cavas, como el Pago de Tharsys único, un blanc de noir de bobal, y el Selección de larga maceración (42 días) y crianza (15 meses) elaborado con Merlot y Cabernet Franc. Todos buenos vinos para la gastronomía del Baix Maestrat. El Pago de Tharsys único, bien se bebe con el langostino a la plancha con sal marina gruesa, y el tinto con la olla de la comarca, pues ya lo dice el refrán "Encara que estiga ací / a Vinaròs planto ceba/ a Benicarló la col i a Penyíscola la bleda".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de agosto de 2008