La amenaza de pinza de BNG y PP sobre la reforma del voto emigrante en el Congreso de los Diputados es cada vez más patente. Ayer lo volvieron a evidenciar en el Parlamento gallego cuando debatían una iniciativa para instar al Gobierno central a reformar la Ley de Régimen Electoral sobre el sufragio exterior.
Populares y nacionalistas no llegaron a sumar sus votos, pero coincidieron en los argumentos e incluso admitieron negociaciones para presentar una iniciativa conjunta en la Cámara Baja si el Gobierno no hace suya antes del 15 de septiembre la propuesta pactada por los tres partidos gallegos para que los residentes ausentes voten en urna. El BNG rechazó la solución ofrecida el pasado miércoles por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, para que los emigrantes emitan su sufragio a través de Internet. Una medida, el voto electrónico, que no disgusta al Partido Popular.
El Bloque fue mucho más allá en la crítica contra el Gobierno de Zapatero que el propio PP. "El BNG no tiene fe ni confianza alguna a la vicepresidenta primera del Gobierno pero sí tenemos fe a nuestra fuerza, la de los tres grupos en representación del pueblo gallego", aseveró Carlos Aymerich. El portavoz nacionalista aprovechó además para lanzar una advertencia al presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y recordarle el pacto para acortar de ocho a tres días el recuento del voto emigrante. "Espero que nadie cuente con adelantar las elecciones para que no se acorte el período del escrutinio en Galicia", advirtió. Antes, Aymerich había acusado a PP y PSOE de "aprovechar un sistema electoral que alienta el fraude" e ironizado sobre "la capacidad del aparato socialista para crear consciencia en la emigración", después de que el portavoz socialista, Ismael Rego, aludiese a que el voto de los emigrantes es "consciente".
Frente a las exigencias de populares y nacionalistas para que la modificación legal esté lista antes de las autonómicas, Rego defendió que su partido trabaja con el doble objetivo de que los emigrante puedan votar y para que además lo hagan con garantías. "Bajo ningún concepto vamos a limitar derechos, porque los emigrantes no son ni más tontos ni más manipulables que quienes viven en Galicia", advirtió al Bloque. Rego también acusó al PP de utilizar el Parlamento para intentar divir a la coalición que gobierna en la Xunta, algo que, a juzgar por lo visto ayer en la Cámara, lograron sobradamente los populares.
Su portavoz, Manuel Ruiz Rivas, rechazó los argumentos del Gobierno y la supuesta complejidad para que los residentes ausentes voten en los consulados. "Si otros países como Perú o Paraguay lo hacen, nosotros, que estamos en la Champions League, también debemos de ser capaces", ironizó. Después de intercambiarse puyas y reproches, PSdeG y Bloque sumaron sus votos para rechazar las iniciativas del PP, que también reclamaba la comparecencia de Touriño para explicar las medidas de la Xunta contra la crisis económica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de agosto de 2008