Era una de las joyas del Museo de Arte Occidental y Oriental de Odessa (Ucrania). Y entre las seis de la tarde del jueves y las diez de la mañana del viernes, salió por una ventana. El prendimiento de Cristo, también conocido como El beso de Judas, fue pintado por Michelangelo Merisi Caravaggio (Caravaggio, 1571-Porto Ercole, 1610) para Asdrubale Mattei y había sido restaurado en 2006. Acabó en Ucrania por una sucesión de compras y regalos realizados a partir del siglo XIX, cuando fue adquirido por el embajador del imperio ruso en Francia, A. Bazilevski, que se lo regaló en 1870 al gran duque Vladímir Alexándrovich. En la época soviética, pasó a la colección de la Galería de Arte Antiguo, que derivó en el Museo de Arte de Odessa.
La Galería Nacional de Irlanda conserva otra versión de la misma obra del artista italiano
Víctor Nikíforov, director del museo, se mostró conmocionado por el robo, aunque rehusó valorar la pérdida. "Lo que puedo decir es que no tiene precio", declaró. La policía de Odessa explicó que los ladrones se llevaron el cuadro por una ventana que rompieron en la segunda planta del edificio, donde se encontraba El prendimiento de Cristo. Ahora el museo permanece cerrado. Ayer los agentes, apoyándose en perros especialmente entrenados, buscaron pistas en el edificio.
Caravaggio pintó al menos dos versiones de El prendimiento de Cristo. Una se encuentra en la Galería Nacional de Irlanda, en Dublín. La otra es la robada. Los especialistas sostienen que el lienzo fue pintado entre 1573 y 1602 para Asdrubale Mattei, mientras que la versión que se guarda en Irlanda, que fue redescubierta en 1990 en la residencia de la Compañía de Jesús de Dublín, fue pintada para Ciriaco, banquero y hermano mayor de Asdrubale. Ciriaco Mattei afirma en sus libros que en 1603 pagó 150 escudos por El prendimiento de Cristo. Sobre la autoría del óleo de Odessa se dudó hasta que, en los cincuenta, la especialista rusa en Historia del Arte K. Malístskaya demostró que era de Caravaggio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de agosto de 2008