Hace 13 años, Jean Becker tiró del hilo de una canción de Gainsbourg, Élisa, para articular una imperfecta historia de secretos familiares y amores abrasivos. En Dejad de quererme, hay otra canción -Le temps qui reste de Jean-Loup Dabadie, interpretada por Serge Reggiani- que, en los créditos finales, prolonga y ramifica el sentido de la intensa historia -basada en una novela de François d'Epenoux- que tanto Becker como su protagonista Albert Dupontel -aquí, instrumento interpretativo de alta precisión- han llevado por caminos capaces de provocar el extrañamiento del público.
Pero la eterna fuerza del melodrama acude al rescate y transforma (y eleva) esta historia, aparentemente tópica, de publicista en crisis autocombustible llevándola al terreno de la perdurable conmoción.
DEJAD DE QUERERME
Dirección: Jean Becker.
Intérpretes: Albert Dupontel, Marie-Josée Croze, Pierre Vaneck, Alessandra Martines, Daphné Bürki.
Género: melodrama. Francia, 2008. Duración: 85 minutos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de agosto de 2008