El Ayuntamiento de Sanxenxo lleva cuatro meses sin ejecutar una sentencia firme del Tribunal Superior de Xustiza de Galiza que ordena la demolición de unas obras realizadas sin licencia en 2003 en la cafetería Silgar (antes Cetoly, la más popular de la villa) por contaminación acústica que el fallo judicial declara probada.
En las obras de reforma de la cafetería, de dos plantas, no se practicó el aislamiento acústico preceptivo y los vecinos de las viviendas superiores sufren desde los arrastres de sillas y los altos volúmenes de la música ambiente y de la televisión al ruido de los extractores de aire acondicionado, "que suenan como turbinas de barcos".
El Ayuntamiento, una vez publicada la sentencia, tenía que haber precintado el inmueble y ejecutado la demolición en el plazo de dos meses, además de incoar un expediente sancionador. Los demandantes en el litigio que llevó al citado fallo del alto tribunal gallego han instado esas actuaciones al Ayuntamiento, sin mayor efecto. Ahora amenazan con denunciar a la alcaldesa, Catalina González, por la vía penal debido a su pasividad y por no proceder al precinto de la cafetería.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de agosto de 2008