Los que llevamos muchos años tratando de ahorrar energía, ya tenemos experiencia con estas bombillas.
Está comprobado que consumen menos. Pero a mí me asalta una duda. Si duran mucho más que las convencionales, ¿por qué a mí me duran menos?
Estoy convencido de que la duración que dicen que tienen está calculada encendidas, sin apagar y volver a encender al menos una vez diaria. Y si para que no se estropeen tenemos que tenerlas siempre encendidas, ¿dónde va a estar el ahorro? Y si realmente no duran más cuando las apagas y las enciendes una vez que se han enfriado, ¿dónde esta el ahorro económico? ¿y el energético?
Sería de desear que el Ministerio de Industria, esto si le compete, vigile que las indicaciones de estas bombillas son reales, porque a mí me están empezando a parecer un timo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de agosto de 2008