El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva creó el viernes un fondo para captar donaciones de entidades privadas de todo el mundo que serán destinadas a poner freno a la constante deforestación de la Amazonia brasileña. Se calcula que este año, el fondo pueda captar 1.000 millones de dólares. El pronóstico es que para 2021 el fondo pueda contar con 21.000 millones de dólares (13,5 millones de euros).
Será Noruega quien aporte la primera donación; 100.000 dólares (64.250 euros) para el fondo, que será administrado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social y gestionado por el Ministerio de la Presidencia de la República, junto a otros cuatro ministerios, entre ellos el de Medio Ambiente.
El fondo tendrá como objetivo reforzar el sistema de vigilancia y control de la tala ilegal en Brasil y otros ecosistemas de países tropicales. Buena parte del fondo será destinado,
según el ministro de Medio Ambiente, Carlos Minc, a financiar actividades "limpias" para crear un desarrollo sostenible de la región amazónica sin necesidad de acabar con la selva, cada día más mermada por ganaderos y agricultores, estos últimos en su intento de conseguir más terreno para plantar soja.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de agosto de 2008