Las consecuencias de la celebración de las carreras de Fórmula 3, el último fin de semana de julio, aún colean entre los residentes de la zona. La asociación de vecinos Grau-Port difundió ayer un comunicado en el que califica la experiencia de "caos total". A pesar de los mensajes tranquilizadores que les transmitió el Ayuntamiento de Valencia ("las molestias serían mínimas, como en un día de Fallas", aseguran que les dijeron), "la desorganización y el desconocimiento de la zona por parte de algunos policías hizo que nos enviaran a dar vueltas para poder acceder a nuestras casas".
"En la avenida del Puerto, cruce con Serrería", proseguía el comunicado, "en más de una ocasión se prohibió el paso a vecinos con el DNI en la mano", y el transporte público se organizó "fatal" y de forma "improvisada".
La nota de la asociación de vecinos, firmada por su presidente, Jesús Vicente Andrés, continúa expresando su temor a lo que ocurrirá durante el gran premio de Fórmula 1. Especialmente respecto a los niveles de ruido, de emisión de gases contaminantes, y de la avalancha de gente con aparcamientos insuficientes. "Las molestias que todo este circo impuesto nos ocasiona no sólo son de tres o cuatro días, como quieren hacer creer, sino de dos meses", dicen los residentes, que se quejan, además, de las trabas que han encontrado para alquilar sus balcones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de agosto de 2008