El Gobierno británico presentó ayer un plan para identificar y penalizar a las empresas que se aprovechan de los trabajadores en situación vulnerable, con el objetivo de limpiar los "rincones oscuros" del mercado laboral.
La nueva estrategia constará de una campaña para dar a conocer a los obreros sus derechos y una línea telefónica para denunciar a los explotadores. Una Junta para un Empleo Justo se encargará de coordinar el plan, que incluye las áreas del salario, condiciones de salud e higiene, agencias de trabajo y crimen organizado.
Además el Gobierno tiene previsto doblar el número de inspectores laborales, que tendrán más competencias, y aumentará las penalizaciones.
Un informe auspiciado por el Gobierno, en el que participaron sindicatos, empresarios y agencias oficiales reveló que entre los trabajadores hay un gran desconocimiento de sus derechos. Los sindicatos creen que el plan es insuficiente ya que no se aplicará a sectores tan abiertos a la explotación como la construcción o la hostelería.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de agosto de 2008