España, Alemania, Francia, Italia y otros nueve países de la Unión Europea rechazan las medidas que la Comisión Europea pretende imponer para restringir las inversiones de los bancos en bonos respaldados por valores y otros instrumentos financieros de riesgo.
Las autoridades de estos países instaron a Bruselas a replantear o retrasar el plan en varias cartas la semana pasada, ya que consideran que las obligaciones que impondrían son difíciles de cumplir y podrían ocasionar desventajas competitivas a las entidades de UE.
El borrador de la medida incluye prohibir a los bancos de la UE que compren instrumentos con riesgo transferible, a menos que las emisoras que se los traspasen retengan el 10% de estos productos como medida de seguridad. Los bancos deberán certificar que las entidades emisoras cumplen la norma o no serán autorizados para mantener los valores.
Bruselas expuso el plan a consulta pública el pasado 30 de junio. Su idea es elaborar este año una propuesta definitiva y someterla a la aprobación del Parlamento Europeo en 2009. El Ejecutivo comunitario considera que una normativa más estricta conseguiría que los bancos operen con valores más seguros, y eviten así daños como el que las hipotecas basura han causado en todo el mercado crediticio.
Los 13 países que están en contra -que además de los mencionados, incluyen a Polonia, Bélgica, Portugal, Suecia, Austria, Irlanda, Finlandia y Luxemburgo- superan con holgura la minoría de bloqueo que exige la Unión Europea, por lo que podrían forzar a la Comisión a parar o al menos recortar el plan. Esto supondría un triunfo para firmas de la industria financiera como Royal Bank of Scotland, BNP Paribas o Barclays, que argumentan que la norma afectaría a los tipos de interés y dañaría la economía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de agosto de 2008