"Este maldito semáforo es un peligro. Cada vez que cruzamos por el paso de peatones nos jugamos la vida". Con frases como ésta reaccionaron ayer al unísono los residentes del número 10 de la calle de Niza, en Móstoles, situada frente al semáforo donde una de sus vecinas, María Soledad C. G., acababa de morir atropellada. Un camión arrolló a la mujer, de 64 años, cuando atravesaba los casi seis metros de calzada de la avenida de la ONU. La Policía Local no explicó si la víctima cruzaba de forma correcta. El conductor, de 30 años, dio negativo en la prueba de alcoholemia.
María Soledad estaba jubilada y vivía con su marido y su única hija. Ayer, como de costumbre, bajó a comprar el pan. Al regresar sufrió el atropello. Sus vecinos aseguraban que la mujer era una persona "muy prudente a la hora de cruzar los pasos de peatones".
Yolanda Martín, vecina de la fallecida, acababa de salir del portal cuando escuchó un golpe y un frenazo. Se apresuró al lugar del accidente y oyó al conductor del camión gritar: "Señora, señora, ¿está bien?". María Soledad quedó atrapada debajo del vehículo. "Tranquila, que ya vienen las ambulancias", le dijo Yolanda.
Los vecinos insistían ayer en que el semáforo está mal regulado. "Ahí no hay quien pare, hay que amagar a los coches para que se paren", aseguraban. Desde que el peatón aprieta el botón para cruzar hasta que la luz se pone en verde transcurren apenas dos o tres segundos. Un suspiro que dificulta la frenada de los vehículos. Y los viandantes cuentan con 14 segundos para atravesar seis metros de carretera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de agosto de 2008