Spanair (propiedad del grupo escandinavo SAS) presentó ayer a los representantes de los trabajadores y ante el Ministerio de Trabajo el expediente de regulación de empleo (ERE) que plantea el despido de 1.062 de los 3.735 empleados de la aerolínea y 131 de los 336 de la filial Fuerza de Ventas. La mitad de los 1.193 despidos afecta a Palma de Mallorca, donde tiene su sede la compañía.
Además se cierran cinco bases (se mantienen sólo las de Madrid y Barcelona) y se reduce la capacidad en un 24%, con 15 aviones menos. La negociación del ERE comenzará la semana próxima, con la constitución de la mesa. Spanair confía en llegar a un acuerdo con los trabajadores antes del 15 de septiembre, cuando se prescinde de los primeros ocho aviones. Jordi Mauri, presidente del comitè de empresa de Palma, dijo a Efe que el ERE "no gusta" a los representantes de los trabajadores de Spanair, y lo calificó de "precipitado y excesivo". El presidente de los pilotos de Sepla-Spanair, Javier Navas, avanzó que su primera sensación sobre el expediente, de unos 300 folios, es de "chapuza".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de agosto de 2008